La jornada también incluyó una recorrida por los senderos del Complejo El Bosque, a cargo del guía Gustavo y del propietario Raúl, quienes compartieron sus conocimientos sobre más de 60 especies de plantas nativas. Una vivencia que permitió conectar los saberes culinarios con la riqueza natural del entorno, reforzando la idea de que el turismo gastronómico debe ir de la mano del respeto por el territorio y su biodiversidad.
En este sentido, la presidente del Instituto de Turismo del Chaco, Verónica Mazzarolli, destacó: "Sabemos que los turistas vienen a conocer nuestro destino y a probar la comida regional, por eso queremos que los prestadores, además del plato, le den historia. Cada sabor, cada ingrediente, tiene una historia que contar y esa narrativa es la que transforma la experiencia en algo inolvidable.”
Capacitar a quienes reciben a los turistas significa dotarlos de herramientas para contar historias, transmitir identidad y emocionar a través de los sentidos, contribuyendo a consolidar a Chaco como un destino donde la gastronomía, la cultura y la naturaleza se entrelazan para ofrecer propuestas únicas.